Parque Nacional de Timanfaya
El Parque Nacional de Timanfaya está situado al suroeste de la isla canaria de Lanzarote, en el océano Atlántico. Tiene una extensión de 51,07 km2 y es de origen volcánico, como todas las Islas Canarias.
La historia de este parque, y en general de toda la isla de Lanzarote, está marcada por las erupciones(1) volcánicas ocurridas en el siglo XVIII y, en menor medida, en el XIX. La primera erupción tuvo lugar, según escritos históricos, el 1 de septiembre de 1730. La lava arrasó una treintena de aldeas y todos los terrenos agrícolas próximos. Gran parte de la población se vio obligada a abandonar la isla y trasladarse a Fuerteventura o buscar nuevas tierras fértiles en el norte de la isla. El segundo proceso eruptivo comenzó el 31 de julio de 1824, durante el cual varios volcanes escupieron lava durante casi tres meses consecutivos. Esta erupción tuvo una menor incidencia social y económica porque fue menos intensa y, además, la población estaba más preparada e informada.
Actualmente, la ausencia de vegetación alta, la rugosidad(2) de las formas y la variedad de colores (rojos, pardos, ocres, negros y naranjas), junto a la silueta de los volcanes y la abrupta(3) costa confieren al parque una extraordinaria belleza.
Aunque a primera vista puede parecer que en este paisaje casi marciano no habita ningún ser vivo, lo cierto es que el parque alberga más de 200 especies animales, en su gran mayoría invertebrados, pero también especies de réptiles, dos de ellas endémicas del archipiélago (el lagarto atlántico y el perenquén), una veintena de aves (cernícalos, halcones, lechuzas4), y algunos mamíferos (conejos, ratas, erizos o musarañas(5)).
El Parque Nacional de Timanfaya recibe más de un millón de visitantes cada año. Además de disfrutar de unos paisajes fuera de lo común, los turistas pueden constatar(6) que, bajo su superficie aparentemente tranquila, la temperatura del suelo puede alcanzar los 600º a solo 10 metros de profundidad. El artista isleño César Manrique construyó un horno-asador en Timanfaya, donde los visitantes pueden comprobar cómo se asan los alimentos con el calor procedente de la tierra, colocándolos sobre una rejilla en una hendidura en el suelo. Desde luego, Timanfaya es un lugar mágico y diferente cuya visita es muy recomendable para todos los amantes de la geología, la ornitología y, en general, de las maravillas naturales.
por Marta Lozano Molina
Notas:
erupciones: eruzioni
rugosidad: rugosità, ruvidezza
abrupta : irregolare, ruvida
lechuza: barbagianni
musaraña: toporagno
constatar: verificare
Nivel: C2
Comunicación
Comprender e interpretar de forma crítica prácticamente cualquier tipo de texto, incluidos los abstractos y de estructura compleja o textos literarios y no literarios. Aprecian distinciones sutiles de estilo y significado, tanto implícito como explícito.
Cultura
Toma de iniciativas en la búsqueda, incorporación y activación estratégica de nuevos conocimientos -culturales, socioculturales y lingüísticos-, destrezas y actitudes para interpretar la nueva realidad desde una perspectiva plurilingüe y pluricultural.