María Moliner
María Moliner nació en Paniza (Zaragoza) el 30 de marzo de 1900, en el seno del matrimonio formado por Enrique Moliner Sanz, médico rural, y Matilde Ruiz Lanaja. En 1902, la familia se trasladó a Almazán (Soria) y, casi inmediatamente, a Madrid. En la capital, los pequeños Moliner estudiaron en la Institución Libre de Enseñanza, donde fue, al parecer, don Américo Castro quien suscitó su interés por la expresión lingüística y por la gramática.
En 1922, Moliner ingresó, por oposición (1), en el Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos, y obtuvo como primer destino el Archivo de Simancas. Después, pasó a trabajar en el Archivo de la Delegación de Hacienda de Murcia, donde conoció al que será su marido, D. Fernando Ramón y Ferrando, catedrático de Física.
Fervientes (2) defensores de la causa republicana, al término de la guerra civil, Moliner y su familia sufrieron represalias políticas. Don Fernando fue suspendido de empleo y sueldo y rehabilitado en Salamanca a partir de 1946. Por su parte, María Moliner perdió 18 puestos en el escalafón del Cuerpo Facultativo de Archiveros y Bibliotecarios (que recuperará en 1958). En 1946 pasará a dirigir la biblioteca de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de Madrid hasta su jubilación, en 1970.
Hacia 1952 su hijo Fernando le trajo de París un libro que llamó profundamente su atención, el Learner’s Dictionary of Current English de A. S. Hornby (1948). Consciente de las deficiencias del Diccionario de la Real Academia Española, Moliner andaba ya confeccionando anotaciones sobre vocablos, y este libro le dio la idea de hacer «un pequeño diccionario... en 2 añitos». Por entonces, comenzó a componer su Diccionario de uso del español, enorme empresa que le llevaría más de quince años, trabajando siempre en su casa, y que publicará la Editorial Gredos entre los años 1966 y 1967.
María Moliner representa, sin duda, todo un estilo de ser mujer en el siglo XX: pertenece al grupo de las pioneras universitarias que ejercen, además, una profesión. Refleja, igualmente, una manera profundamente moral de realizarse como persona: claramente inteligente, y, al mismo tiempo, vigorosamente responsable y generosa para con los demás. Sencilla, espontánea en sus reacciones y elegante al no ser elegida académica en 1972, María Moliner recibió su jubilación (3) tan discretamente como había vivido, gozando con los pequeños detalles cotidianos.
Si te interesa la figura de María Moliner, puedes aprender más sobre su vida y su obra en: //bit.ly/1T7jm1M
(por Marta Lozano Molina)
Notas:
1. oposición: concorso
2. ferviente: appassionato
3. jubilación: pensione
Nivel C2:
Comunicación
Comprender e interpretar de forma crítica prácticamente cualquier tipo de texto, incluidos los abstractos y de estructura compleja o textos literarios y no literarios. Apreciar distinciones sutiles de estilo y significado, tanto implícito como explícito.
Cultura
Toma de iniciativas en la búsqueda, incorporación y activación estratégica de nuevos conocimientos -culturales, socioculturales y lingüísticos-, destrezas y actitudes para interpretar la nueva realidad desde una perspectiva plurilingüe y pluricultural.