Articolo di livello A2, con esercizi di autovalutazione, dedicato al Santuario delle balene di El Vizcaíno, una delle riserve protette più grandi del Messico.

El santuario de ballenas de El Vizcaíno es una de las reservas protegidas más grandes de México. Está situado en el municipio de Mulegé, en la parte central del mar de Cortés o mar Bermejo, en la península de Baja California. En él se reproducen(1) e hibernan(2) ballenas grises y azules, focas, leones marinos de California y elefantes marinos, así como varias especies de tortugas(3) en vías de extinción. Se estima que el 8,3% de las especies vegetales de El Vizcaíno son endémicas.

Tiene una superficie de casi 2 500 000 hectáreas(4) y una gran variedad de ecosistemas enormemente valiosos que abarcan desde los desiertos más áridos del mundo, hasta manglares(5), matorrales(6), lagunas o sierras. Esta reserva presenta tres áreas bien diferenciadas: sierras, planicies(7) y zona costera, con casi 450 kilómetros de playas.

Debido a su gran riqueza natural, el 30 de noviembre de 1988 el Gobierno federal mexicano la declaró Reserva de la Biosfera. En 1993 fue nombrado Bien de Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO.

El santuario es una importante atracción turística, a la que acuden muchos visitantes para avistar ballenas grises. Precisamente, estos cetáceos aquí llegan para aparearse(8) y dar a luz(9) después de viajar miles de kilómetros desde el Círculo Polar Ártico hasta las lagunas costeras de Ojo de Liebre y San Ignacio, entre los meses de diciembre a abril. Cada año nacen aproximadamente 1000 ballenatos(10) en estas aguas.

Además, las lagunas reciben cada año miles de aves acuáticas que migran desde el norte. Se trata de una de las paradas más importantes de la ruta migratoria del Pacífico. El águila pescadora y el halcón peregrino se reproducen en este sitio.

En las proximidades del santuario hay varias cuevas y sitios prehistóricos muy significativos, donde se han encontrado petroglifos(11), pinturas rupestres y ruinas(12) de diversas épocas.

Unas 40 000 personas viven en la zona de la reserva en las ciudades de Guerrero Negro, Santa Rosalía y San Ignacio. Los habitantes viven principalmente de la agricultura, la pesca, la ganadería, la minería y el turismo.

La reserva presenta buenos indicadores de los valores de biodiversidad, aunque se prevé que en el futuro el cambio climático y el agotamiento(13) de los acuíferos de agua dulce puedan tener un impacto significativo. El desarrollo incontrolado del turismo, la agricultura, la expansión minera, el desplazamiento de especies, la sobrepesca(14) y la pesca ilegal constituyen también amenazas(15) importantes.

Notas:

Nivel: A2

Comprensión: Comprender textos breves y sencillos que contienen vocabulario común y expresiones frecuentes, incluyendo una buena parte de términos de vocabulario compartidos a nivel internacional. Localizar información específica.

Reflexión: Concienciar sobre el Objetivo 14 de la Agenda 2030 de Naciones Unidas, en particular respecto a la necesidad de gestionar y proteger sosteniblemente los ecosistemas marinos para evitar efectos adversos importantes.

(por Marta Lozano Molina)