Las mujeres y el deporte
La mujer no ha ocupado un lugar destacado(1) en el mundo de los deportes a lo largo de la historia. El principal motivo es que durante siglos su actividad ha sido relegada(2) al ámbito doméstico. En los Juegos Olímpicos de la Antigua Grecia solo participaban hombres. Más tarde, en la Edad Media, solo las mujeres de clase alta practicaban la hípica(3) o la caza(4), en algunos casos. Las mujeres de clases bajas podían participar en danzas o juegos populares.
El impulsor de los Juegos Olímpicos Modernos, el barón Pierre de Coubertin, estaba en contra de la participación femenina en acontecimientos(5) deportivos porque le parecía antiestética e incorrecta. En la primera edición de los Juegos Olímpicos de Atenas de 1896 no compitieron mujeres. Sin embargo(6), en contra de su voluntad, en las Olimpiadas de 1900 celebradas en París ya se celebraron competiciones femeninas de golf, tenis, vela, croquet e hípica.
A principios del siglo XX ya había muchas mujeres –siempre de clases acomodadas(7)– que se aficionaron a practicar también tiro con arco o patinaje, pues se consideraban deportes femeninos. En el periodo comprendido entre las dos guerras mundiales, las mujeres comenzaron a entrar tímidamente en el mundo del ciclismo, la natación o la esgrima(8). Las deportistas han tenido que hacer frente a numerosos obstáculos y discriminaciones, y en muchos países, lamentablemente, aún se les prohíbe ejercer estas disciplinas.
Hay deportes que siguen considerándose «masculinos» como el fútbol americano, la halterofilia(9), el boxeo o el rugby. Muchas veces, las mujeres deben enfrentarse a comentarios denigrantes por practicarlos.
Aunque la situación del deporte femenino en la actualidad es buena y en los Juegos Olímpicos de Tokio (2020) casi la mitad de las deportistas eran mujeres, se le sigue dando menos importancia a un triunfo conseguido por un equipo(10) femenino que a uno masculino. El deporte masculino mueve masas de seguidores y grandes cantidades de dinero, mientras que el femenino sigue siendo invisible en muchos aspectos y está a mucha distancia del masculino en relevancia, salarios o número de personas que lo practican. Todavía queda mucho camino hasta la igualdad.
Notas:
1 destacado: rilevante, notevole |
6 Sin embargo: tuttavia |
Nivel: A2
Comprensión
El o la estudiante puede comprender textos breves y sencillos que contienen vocabulario común y expresiones frecuentes. Localiza información específica y aísla la información requerida.
Cultura
Sensibilizar sobre los objetivos de la Agenda 2030. Concienciar a favor de participación plena y efectiva de las mujeres y la igualdad de oportunidades de liderazgo en todos los ámbitos de la vida pública, cultural y económica.
(por Marta Lozano Molina)