¿Existe un superalimento?
No hablamos de superpoderes o héroes fantásticos. El planeta Tierra se enfrenta a uno de sus mayores desafíos: erradicar1 el hambre y la desnutrición y garantizar la producción de alimentos para una población que sigue aumentando a un ritmo vertiginoso en un contexto de cambio climático. ¿Qué haremos dentro de algunos años, un siglo tal vez, cuando ya no existan suficientes recursos naturales y se agoten2 las reservas mundiales de alimentos que garantizan la nutrición de la humanidad? ¿Habrá que inventar en un laboratorio un sofisticado alimento de alto valor nutritivo y rico en proteínas y nutrientes?
No habrá que llegar a ese extremo. La historia nos enseña que nuestros antepasados, mucho más empáticos con su medio natural, contaban con valiosos recursos para su supervivencia a los que la moderna civilización ha dado la espalda. Hablamos de la quinua3, un antiquísimo cereal andino cuyo origen se sitúa en las cercanías del lago Titicaca de Perú y Bolivia. La quinua, que constituía un alimento básico para las civilizaciones prehispánicas, fue sustituida por otros cereales con la llegada de los españoles.
Algunas reconstrucciones históricas indican que los pueblos indígenas de América cultivaban la quinua entre los años 3000 y 5000 antes de Cristo y se han encontrado restos en tumbas de Chile y Perú. Su consumo y distribución en el territorio Inca y fuera de él eran por lo tanto muy vastos. Los españoles no fueron capaces de transplantar este cereal a Europa puesto que las semillas no resistían la humedad de las grandes travesías4 por mar.
Pero, volvamos ahora a nuestra época, a febrero de 2013, concretamente a la Sede de las Naciones Unidas en Nueva York, donde el Director General de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), José Graziano da Silva, en unas jornadas oficiales aseguró que la humilde quinua puede desempeñar5 un papel importantísimo en la erradicación del hambre, la desnutrición y la pobreza. Ante una gran cantidad de personalidades internacionales Graziano da Silva estaba lanzando oficialmente el Año Internacional de la Quinua (AIQ).
La quinua es el único alimento de origen vegetal que tiene todos los aminoácidos esenciales, oligoelementos y vitaminas, y posee además la propiedad de adaptarse a diversos ambientes ecológicos y climas. Los cultivos de quinua resisten a la sequía6, a los suelos pobres y a la elevada salinidad. Pueden soportar temperaturas entre -8 y 38 grados Celsius y crecen desde el nivel del mar hasta una altitud de 4000 metros. Estos son los motivos por los que se considera la quinua como uno de los aliados imprescindibles en la lucha contra el hambre y la inseguridad alimentaria.
Tradicionalmente los pueblos andinos tuestan7 los granos de quinua y los convierten en harina que sirve para la elaboración de pan, sopas y pastas. Los granos también se fermentan para obtener cerveza o chicha, la tradicional bebida de los Andes. Hoy en día, la quinua se emplea además en la alta cocina y en la industria farmacéutica, coméstica y en la elaboración de piensos8 para animales y detergentes. El cultivo hoy está en expansión y además de producirse en Bolivia, Perú, Ecuador, Chile, Colombia y Argentina, también se encuentra en Estados Unidos, Canadá, Francia, Reino Unido, Suecia, Dinamarca, Italia, Kenia e India.
En el marco de la declaración del ‘Año Internacional de la Quinua’ no solo se subraya el valor de este superalimento sino que también se pretende reconocer a los pueblos andinos su gran sabiduría al haber mantenido, protegido y preservado la quinua para las generaciones futuras gracias a un modelo de vida en armonía con la naturaleza. Según la FAO la humanidad deberá enfrentarse a los desafíos modernos volviendo la mirada a sus ancestros y reconociendo el saber acumulado de los pequeños agricultores que actualmente son los principales productores de este cultivo. Por consiguiente, uno de los objetivos de la FAO durante este Año Internacional de la Quinua es promover los cultivos tradicionales para que no corran el riesgo de caer en el olvido.
Por muy paradójico que pueda parecer, es posible afirmar que el futuro de la humanidad se sembró hace miles de años. La quinua representa hoy la clave para lograr uno de los objetivos del milenio: vivir en un planeta donde no exista el hambre.
(Artículo de Susana Benavente Ferrera)
1. erradicar: eliminar por completo
2. se agoten: terminen definitivamente
3. quinua: también ‘quinoa’ o ‘quínoa’.
4.travesías: viajes, particularmente los que se realizan en barco o avión.
5. desempeñar: realizar un trabajo o una función.
6. sequía: largo período de tiempo seco, sin lluvias.
7. tuestan: ponen un alimento al fuego para que tome color, sin quemarse.
8. piensos :alimento para el ganado
Nivel: B2
Objetivos del Marco Común Europeo de Referencia
Comunicación
Leer artículos e informes relativos a problemas contemporáneos en los que los autores adoptan posturas o puntos de vista concretos. Intensificar los elementos del discurso: los superlativos absolutos. Producir textos claros y detallados siguiendo un proceso de desarrollo establecido con el objetivo de exponer un tema y usar los recursos típicos de la macrofunción expositiva. Intercambiar información e ideas abstractas o concretas –tanto sencillas como complejas–, a través de distintos canales (cuestionarios, debates), siempre que se aborden temas familiares para el alumno o que estén dentro de su especialidad.
Cultura
Nociones específicas sobre la descripción de alimentos por medio de su sabor, olor y color. Desarrollar el interés por incorporar nuevos conocimientos culturales, socioculturales y lingüísticos, así como nuevas destrezas que contribuyan al desarrollo de las actitudes de apertura, curiosidad y empatía.