Verano de voluntario
Madrid, 29 de julio de 2013
Hola Marta:
Te escribo esta carta para contarte dónde estuve las dos primeras semanas de julio. No te lo vas a creer. Estuve en Tertanga, un pequeño pueblo de Álava, en el País Vasco. En el pueblo viven solo 70 habitantes y en el centro hay una iglesia, un palacio, una bolera1 y una fuente.
Te preguntarás cómo he ido hasta ese lugar, ¿verdad? Ahora te lo cuento. Cuando estábamos acabando el curso en el Instituto, mi profesor de Historia nos habló de los campos de trabajo voluntario para el verano. Yo no conocía este proyecto pero supe que existen en toda España campos donde los jóvenes pueden pasar el verano de una forma diferente, realizando junto con otros chicos y otras chicas un trabajo voluntario de interés social que nunca es pagado. Mi profersor nos dio la dirección de correo electrónico del Instituto de la Juventud de Madrid y pude solicitar información y luego presentar mi inscripción.
No fue difícil. Solo tuve que rellenar y presentar una tarjeta de preinscripción, un impreso de inscripción, una fotocopia de mi DNI y luego efectuar el pago de una cuota (yo pagué 90 euros) que sirve para cubrir el alojamiento, la alimentación y el seguro de viajes. A las pocas semanas recibí una carta de confirmación, enviada por el Instituto de la Juventud, que me anunciaba la plaza definitiva que me habían concedido.
A mí me tocó2 Tertanga con un proyecto de recuperación del patrimonio y medio ambiente. El objetivo era reconstruir el molino Ubiros, a 500 metros del pueblo, y limpiar el entorno natural de la zona. Me dieron instrucciones para el equipaje: un saco de dormir, toallas de ducha y piscina, prendas de abrigo3 y para la lluvia, calzado de monte4 y deportivo, gorra y gafas para el sol, bañador y una pequeña mochila para las excursiones.
Cuando por fin llegué a Tertanga, descubrí que nuestro alojamiento durante el campamento iba a ser la antigua escuela. Dentro había una cocina, una habitación enorme donde podíamos dormir 24 personas, un almacén5 para guardar6 los materiales de las actividades lúdicas, las duchas y los baños. Desde allí hasta el molino Ubiros había un kilómetro de distancia y se llegaba fácilmente andando.
La primera vez que vi el molino Ubiros me impresionó porque estaba abandonado desde hacía mucho tiempo. Las actividades programadas eran muy diferentes pues había que quitar la hierba que cubría el molino, limpiar las paredes y luego pintarlas, también había que arreglar el pozo, el tejado7, el suelo y el mecanismo del molino.
Los jóvenes y las jóvenes del equipo de trabajo voluntario nos dividimos en varios grupos dependiendo de las tareas que cada uno debía realizar. Expresamos nuestros intereses y deseos para elegir un grupo u otro. Yo elegí el grupo que se dedicó a arreglar el interior del molino y pinté todas las puertas y las ventanas de madera. Después de trabajar por las mañanas en el molino, decidíamos cada tarde organizar una actividad distinta. Por ejemplo, visitamos otro molino de la zona, el Lendoñobeiti, participamos en las fiestas de Orduña donde se celebraba un campeonato de bolos, hicimos una excursión en bicicleta y otra montañera para ver el nacimiento del río Nervión y también fuimos a conocer el parque de energías renovables Aresketamendi. Te envío una foto de la excursión al río Nervión. Mira qué bonito.
Marta, fueron 15 días inolvidables. He aprendido muchísimas cosas y he conocido a muchos chicos de mi edad con los que ahora me escribo y planeo volver a ver en otros campamentos. ¿Por qué no te animas tú también el próximo verano? Hay una cantidad infinita de campamentos voluntarios. Bueno, ahora te saludo y te mando un beso.
Mercedes ☺
PD: ¿Qué estás haciendo tú este verano? Cuéntame. Espero tu carta.
(Artículo de Susana Benavente Ferrera)
1. bolera: lugar dedicado al juego de bolos (it. bowling).
2. tocó: cayó en suerte (it. vinsi in un sorteggio o in una selezione).
3. prendas de abrigo: vestimentas que protegen del frío.
4. calzado de monte: zapatos apropiados para caminar por la montaña.
5. almacén: local donde se conservan mercancías.
6. guardar: custodiar, conservar.
7. tejado: parte superior de un edificio.
Nivel: B1
Objetivos del Marco Común Europeo de Referencia
Comunicación
Comprender la descripción de acontecimientos, sentimientos y deseos en cartas
personales.
Escribir textos sencillos y bien enlazados sobre temas que son conocidos o de interés
personal.
Escribir cartas personales que describen experiencias e impresiones.
Describir experiencias y acontecimientos del pasado.
Nociones específicas: datos personales; ropa, calzado y complementos.