La magia ejerce desde siempre una fascinación muy fuerte en las sociedades: rituales, hechizos (1) y encantos forman parte de nuestra vida ancestral y guían nuestras fantasías. Hoy recordamos el mundo mágico a través de historias, cuentos y mitos, como el de María Lionza, la diosa de los ojos de agua, que «vive» en la montaña de Sorte de Yaracuy en Venezuela y es adorada desde Caracas hasta todo el mar del Caribe.

El sincretismo es la característica propia de ese culto al que pertenecen elementos católicos, presbiterianos, protestantes, otros propios de los Orixas, de la santería cubana y otros de origen indiana y afrocubana. La profecía del chamán de Yaracuy cuenta que cuando naciera una niña con los ojos verdes del color del agua tendría que ser sacrificada a la dueña de la laguna Nirgua, Gran Anaconda. Y fue así que esta niña nació en Yaracuy: era una princesa Nívar, hija de un poderoso cacique.

El padre no fue capaz de sacrificarla y, para protegerla de la profecía, la escondió en una cueva con veintidós guerreros que la vigilaban e impedían su salida. Ella tenía prohibido verse en los espejos (2) de agua. Pero un día la joven logró salir de la cueva porque una fuerza misteriosa adormeció a los guardianes. Caminó hasta el lago, miró su propio reflejo en el agua y quedó encantada por su visión. Así el Dueño de Agua, Gran Anaconda, emergió de las profundidades, se enamoró de ella y se la llevó consigo. La princesa fue sumergida en el abismo a través del vacío de sus ojos encantados. Así creció la Anaconda, se hizo enorme y estalló provocando una gran inundación que arrasó (3) la aldea y toda su gente. Desde ese díaMaría Lionza se volvió la diosa de los ojos de agua, dueña de las lagunas, y madre protectora de la naturaleza.

Este mito híbrido vivió y sigue viviendo un proceso de transformación y de reinterpretación, considerado por algunos como un atracción folclórica, por otros un delirio masivo e incluso como un fenómeno genuino. La realidad es que todos los habitantes de la zona del Caribe conocen el mito y muchos son los rituales de posesión, bendición y de protección que se siguen practicando.

Existen muchos altares, fiestas y manifestaciones relacionadas con esta diosa, pero hoy es la parte de la violencia escénica la que prevalece sobre los demás rituales: la violencia de la posesión, la muestra de la sangre y de las heridas entre un atmósfera de humo, ritmo de
tambores, velas y misticismo crecen paralelamente a la violencia de la vida callejera típica de Caracas y de las ciudades venezolanas.

Así que es posible afirmar que el culto va cambiando según las trasformaciones identitarias propias de la vida social, creando construcciones culturales y religiosas muy interesantes de investigar.

Notas:
1. hechizos: incantesimi
2. espejos: specchi
3. arrasó (arrasar con): rase al suolo

Nivel: B1
Objetivos del Marco Común Europeo de Referencia
Comunicación
Comprender las ideas principales de textos complejos, siempre y cuando formen parte de su ámbito
Cultura
Manejar informaciones relevantes sobre procesos históricos, culturales y antropológicos.
(por Paola Donatiello con la revisión lingüística de Marta Lozano Molina)