Cómo nos hablan los animales
Nuestros amigos los animales tienen varias formas de comunicarse con nosotros, y solo se necesita crear una situación empática(1) con ellos para poder comprender qué nos quieren decir, si están tristes o alegres, si tienen miedo o si necesitan un poco más de mimos(2), si tienen hambre o quizá si sufren la soledad.
Es decir: hay que escuchar atentamente. Con conocimiento y también ¡con el corazón! Realmente, nuestros amigos tienen mucho que darnos, solo tenemos que aprender a escucharles y conocer su propio lenguaje, que no es el mismo que utilizamos nosotros… así que ¡respetad su naturaleza! Su lenguaje, a diferencia del nuestro, no está formado por palabras, sino por gestos y por la llamada “comunicación no verbal”. En su caso es el cuerpo el que habla: si un perro menea(3) la cola quiere decir: “Oye, estoy contento, estoy feliz”, mientras que si lo hace un gato es al revés(4): “Cuidado que me estás molestando”.
Así que ¡vamos a ver cómo nos hablan los animales!
La comunicación y la comunión con otras especies no es nada nuevo, y además todos nacemos con la capacidad de conectar de alguna forma con los demás seres vivos. De hecho, si miramos a un niño veremos que para él es más fácil hablar con un animal, casi como si pudiese hacerlo por telepatía, mientras que con el tiempo el adulto va perdiendo esta sensibilidad, esta capacidad de escuchar al otro.
Seguramente convivir e interactuar con un animal nos puede enseñar mucho, sobre todo en el sentido de aprender a vivir el “aquí y ahora(5)”, algo que la racionalidad humana ha ido perdiendo, mientras que en los animales es algo realmente natural: no piensan en el futuro, no reflexionan sobre el pasado sino que viven momento a momento sus existencias, disfrutando lo que les ocurre y a veces (desafortunadamente a menudo) experimentando malos ratos.
Lo más importante en la comunicación con nuestra mascota(6) - o con otros animales - es no proyectar nuestros sentimientos o pensamientos para escuchar, leer y observar los suyos.
Los animales se comunican con códigos diferentes: auditivos (como, por ejemplo, en el caso del canto de los pajaritos o de las ballenas), químicos (cuando se utilizan las feromonas(7) que son tan poderosas que, liberadas en el aire o en el agua, a través de la orina, del sudor o de otras secreciones corporales, pueden influir en el comportamiento de otro animal, ya sea para atraerlo o espantarlo), visuales o eléctricos (es el caso, por ejemplo, de la anguila). Así parece todo muy complicado, pero la realidad es que el lenguaje animal siempre es un lenguaje inmediato, que está relacionado con el presente y con las necesidades del presente. Es un lenguaje instintivo y natural.
Así como nosotros utilizamos sonidos, gestos, movimientos y palabras para comunicarnos, lo mismo hacen los animales entre ellos y con nosotros.
Pensemos en nuestras mascotas más conocidas, es decir, las que se encuentran más a menudo en nuestras casas, como el perro.
Los perros (al igual que los lobos) hacen gestos con un significado claro: erguir(8) las orejas para que apunten hacia adelante y levantar la cola significa liderazgo(9). Las orejas agachadas y la cola metida entre las patas indican sumisión. Tirarse al suelo durante una pelea y dejar el cuello expuesto al rival expresa derrota(10). Mover la cola como locos cuando volvemos a casa significa que están muy contentos de vernos.
El reino animal tiene muchísimas señales y gestos (los elefantes marinos, por ejemplo, abren sus enormes bocas para asustar a los demás machos y alejarlos de su territorio). Los perros (sobre todo los machos), que tienen un olfato altamente desarrollado, orinan con frecuencia en los troncos de los árboles y en otras partes para marcar su territorio e indicar a los demás perros que ese lugar ya tiene dueño.
Vamos a ver algunas formas de comunicación del perro. Me rasco: si no tengo pulgas entonces estoy estresado e intento calmarme; inclino el cuerpo para jugar: soy amable; inclino la cabeza a un lado: siento curiosidad; me sacudo(11): libero mi estrés.
Y lo mismo pasa con los gatos, que tienen otro mundo de gestos y de señales corporales para hablarnos y hablarse entre ellos o con otras especies. Perro y gato, aunque tengan lenguajes muy diferentes, no son enemigos declarados. Hay perros y gatos que viven muy felices juntos, así que el dicho aquel de “son como perro y gato” no siempre vale y, a veces, teniendo en cuenta ciertas pautas(12) de mucho cariño y respeto, se puede llegar a observar una perfecta amistad entre el perro y el gato de una casa. Así que ¡escuchad a vuestras mascotas, seguro que tienen algo que deciros!
Artículo de Sara Cavarero con la revisión lingüística de Marta Lozano Molina
Notas
1. empática: empatia, capacità di comprendere lo stato d’animo dell’altro
2. mimos: vizi, coccole
3. menear: muovere, scuotere (in questo caso “menear la cola” per scodinzolare)
4. revés: contrario
5.aquí y ahora: il concetto di “qui ed ora”
6. mascota: animale domestico, animale da compagnia
7. feromonas: ferormoni
8.erguir: sollevare, alzare
9. liderazgo: leadership,
10. derrota: sconfitta (qui anche sottomissione)
11. sacudo: scuoto
12. pautas: regole, modelli
Nivel: B2
Objetivos del Marco Común Europeo de Referencia
Comunicación
Comprender las ideas principales de artículos e informes aunque sean complejos y traten de temas tanto concretos como abstractos relativos a cuestiones contemporáneas. Escribir redacciones o informes claros y detallados transmitiendo información sobre temas diversos o proponiendo motivos que apoyen o refuten un punto de vista concreto.
Cultura
Saberes y comportamientos socioculturales. Nociones específicas sobre animales y etología